Si tu gato tiene el vientre hinchado debes acudir de inmediato al veterinario ya que esto puede ser un síntoma de condiciones potencialmente fatales. En algunos casos, un vientre hinchado es relativamente inofensivo, pero, es mejor examinarlo para descartar otros síntomas.
Hinchazón. Aunque es más común en los perros, la hinchazón es una enfermedad grave que puede afectar y matar rápidamente a un gato. Por lo general, sucede cuando el gas queda atrapado en el estómago y puede ocurrir después de una comida grande o apresurada. Si el abdomen de tu gato está distendido, comprueba si tiene otros síntomas. Si está mostrando signos de náuseas o vómitos, debilidad o colapso, podría tener un caso severo de hinchazón. La hinchazón puede ser fatal en 30 minutos, así que lleva a tu gato al veterinario tan pronto como sea posible.
Flatulencia. Un problema tan simple como la flatulencia podría ocasionarle inflamación a tu gato. La flatulencia suele ocurrir por algo que tu gato come o porque come y se ejercita rápidamente. También podría ser un signo de un virus, cáncer o de una enfermedad inflamatoria intestinal. Otros signos incluyen estómago retumbante, vómitos, diarrea, babeo y disminución del apetito. Si tu gato muestra cualquiera de estos signos combinados debes llevarlo al veterinario para que lo examine a ver si tiene problemas graves de salud y también para que te ofrezca asesoramiento nutricional.
Obstrucción intestinal. La hinchazón del abdomen de un gato podría indicar un tipo de obstrucción intestinal. Las obstrucciones intestinales ocurren cuando los alimentos y los residuos no pueden moverse correctamente a través de los intestinos de tu gato y pueden tener resultados fatales. Las obstrucciones pueden ser causadas por una serie de cosas como son tumores, hernias o incluso heces compactadas, por lo que el diagnóstico de un veterinario para determinar las posibles causas e indicar algunas recomendaciones es crucial.
Embarazo. No todas las hinchazones de estómagos son motivos de preocupación ya que una de las causas podría ser porque tu familia tendrá nuevos miembros. Una gata embarazada puede empezar a desarrollar el vientre a los 20 días y tendrá una apariencia hinchada. Si sospechas que tu gata está embaraza debes llevarla al veterinario, porque si no tienes experiencia puedes dañar a los gaticos tratando de sentirlos.