Para varias casas de mascotas, el problema de un animal contrayendo una enfermedad, o parásito, lleva a la preocupación de si los otros animales domésticos son susceptibles. Si los arañazos en el oído de tu gato resultan ser ácaros del oído, debes estar preocupado de que tu perro pueda contagiarse también.
Contagioso. Los ácaros del oído son muy contagiosos, y se pueden pasar entre las mascotas de la misma especie, así como entre los perros y los gatos. Aunque algunos ácaros del oído pueden aventurarse fuera de su zona de seguridad, en general, rara vez salen de un host, por lo que si se detectan y tratan a tiempo, es posible que sus otros animales domésticos no se vean afectados por ellos.
Signos. Si notas que tu perro o gato se rasca o desliza en sus oídos, la cara o el cuello, compruebe si existen otros signos de ácaros del oído. Las motas oscuras que parecen granos de café molido en el interior del oído, olor en o alrededor del oído, secreción de color rojo o marrón en la oreja y la cabeza que sacuden, todos son señales de que tu mascota tiene ácaros del oído.
Tratamiento en el hogar. Si no se tratan, los ácaros del oído no sólo pueden propagarse de un animal a otro, sino también pueden causar daño en el camino. La infección y la pérdida de la audición son sólo dos de las afecciones graves que pueden resultar de una infestación por ácaros del oído. Existen tratamientos eficaces que puedes probar en casa, incluyendo los medicamentos sin receta y los lavados de oído, que se pueden encontrar en las tiendas de mascotas. Unas gotas de aceite mineral o de bebé en los oídos de su mascota, por lo menos, una vez al día calmarán a la mascota y asfixiarán a los ácaros. Otra solución oleosa es aplastar cuatro dientes de ajo y colocarlos en una taza de aceite de oliva para sentarse durante la noche. Por la mañana, retira el ajo y luego coloca unas gotas de aceite de ajo en los oídos de la mascota. Calentar ligeramente cualquier lavado del oído, o aceite, que pongas en las orejas de tu mascota hará que el proceso sea un poco más cómodo para tu perro o gato.
Cuándo acudir al veterinario. Si después de un mes de tratamiento en casa los síntomas de tu mascota han aumentado, o si los ácaros se han extendido a más de una mascota, es el momento de dejar que el médico se haga cargo. En ese momento, el veterinario puede determinar la gravedad de la enfermedad y prescribir un medicamento que puede contener la ivermectina, que matará a los ácaros del oído. Un antibiótico también puede ser necesario si ha presentado una infección por el rascado.