Tu y tu gato aman sus muebles, pero mientras tu prefieres sentarte, el piensa que son un gran poste para rasguñar. Si tu gato no puede resistir la tentación de destruir todo lo que toquen sus garras en, recortarlas es un medio eficaz de disuasión de su comportamiento destructivo.
Recortar las garras
Recortar las uñas de tu gato frena el hábito de arañar y hace que sea menos destructivo cuando comienza a rascarse. Cuando él es bueno y esta relajado, presiona hacia abajo en la almohadilla principal de su pie para extender sus garras. Recorta las puntas con un par de tijeras de corte de uñas de gato, con cuidado de no cortar a través de la vena visible en la garra. A menos que tengas un gato que se porta muy bien, puede tomar varios intentos terminar todas las garras, pero es más rápido y más fácil que comprar un nuevo juego de sala.
Quitar las garras
Si has pensado en una solución permanente, como quitar las garras de tu gato, no lo hagas. Aunque eliminarlas es el único método 100 por ciento efectivo para detener el hábito de rascado, también es un procedimiento quirúrgico invasivo y controvertido que puede desactivar permanentemente a tu gato. No solo se limita a quitar las garras – también elimina algunas de sus articulaciones, lo que atenta contra el equilibrio y la movilidad. El proceso en sí es doloroso para los gatos y puede dar lugar a complicaciones de salud, así que en general, este procedimiento crea más problemas de lo que vale la pena, tanto para ti como para tu pequeño querido.
El método de nivelación
Si el recorte de las uñas no es lo suficientemente eficaz para ti, siempre puedes adquirir CAP. Los diferentes fabricantes de productos para mascotas producen pequeñas puntas de goma que se adhieren a las garras de tu gato con un adhesivo inocuo. Estas tapas evitan que tu gato hacer ningún daño real con sus garras, y por lo general duran de cuatro a seis semanas. Si estás preocupado por ti mismo al colocarlas en las garras, muchos peluqueros ofrecen este servicio.
Otras estrategias
Por supuesto, tú puedes tomar medidas para hacer que tu gato deje de arañar sin llegar a dañar sus garras. Modificar su conducta no es infalible, y se necesita tiempo, pero puedes evitar tener que darle a tu gatito pedicuras regulares. Cuando tu gato comienza a rascarse, introduce un elemento de disuasión, como un ruido fuerte y repentino o un chorrito de una botella con atomizador. Con el tiempo, eso le dará el mensaje: “arañar es desagradable para todos”.