Si quieres mantener a tu gato sano pero te preocupa que las vacunas puedan hacerle algún daño, lo mejor es que consultes con un veterinario. Las vacunas para gatos se dividen en básicas y no básicas. Sin embargo, dependiendo de tu lugar de residencia y los factores de riesgo que hay para tu gato, el veterinario puede aconsejarte cuales son las indicadas.
Gaticos. Los gaticos deben recibir vacunas para el herpesvirus felino 1, el calicivirus felino y la panleucopenia felina antes de llegar a los 4 meses de edad. Esto se conoce como la vacuna FRVCP que es para la rinotraqueitis felina, la calicivirus y la panleucopenia. La edad más temprana recomendada para vacunar a los gaticos con estas vacunas es a las 6 semanas, con una dosis de refuerzo cada tres semanas hasta que el gatico tenga aproximadamente 4 meses de edad. El gatico recibirá un refuerzo a la edad de 1 año, con dosis de refuerzo cada tres años de acuerdo con sus factores de riesgo. Si un gato es vacunado por primera vez cuando es adulto, el veterinario puede darle un refuerzo después de la inoculación inicial administrándole vacunas adicionales al año siguiente o cada tres años.
Rabia. Aunque existen otras vacunas básicas que son recomendadas por los veterinarios para la salud felina, las vacunas contra la rabia pueden ser un requisito legal en tu ciudad. Consulta con el órgano de gobierno para averiguar si los gatos deben recibir inyecciones contra la rabia y cuál es la edad mínima a la que pueden ser vacunados. En algunos lugares, los gaticos deben recibir su primera vacuna contra la rabia a los 3 o 4 meses de edad. Después de la primera vacuna, el gato o gatico debe tener una vacuna de refuerzo al año siguiente, con la re-vacunación requerida cada dos o tres años según la ley estatal. La rabia es transmitida por la saliva y puede ser fatal para cualquier animal o humano que adquiera el virus y no reciba un tratamiento inmediato.
Vacunas no básicas. Entre las vacunas consideradas como no básicas se encuentran las de la leucemia felina, aunque la mayoría de los veterinarios recomiendan encarecidamente esta vacunación. Sólo se puede dar a los gatos cuyas pruebas den negativas para el virus de la leucemia felina. Si tu gato a menudo se queda en régimen de internado, es posible que desees tenerlo vacunado contra la Bordetella, más conocida como tos de las perreras. Si bien existe una vacuna para la enfermedad mortal conocida como peritonitis infecciosa felina, no es muy eficaz y muchos veterinarios no la recomiendan. Los gatos salvajes pueden estar en riesgo de contraer el virus de la inmunodeficiencia felina o FIV, similar al SIDA en las personas. Esta vacuna no es 100 por ciento eficaz, pero los gatos vacunados dan positivo para el FIV debido a los anticuerpos.
Factores de riesgo. Debido a que algunos gatos desarrollan tumores llamados sarcomas, en el lugar de la inyección, tanto el veterinario como tú pueden estar preocupados por el exceso de vacunación. Por un lado, no quieres que tu gatico adquiere una enfermedad prevenible que a menudo es fatal. Por otro lado, no quieres que desarrolle una enfermedad mortal por aplicarle demasiadas vacunas. Debes conversar con el veterinario para que se pongan de acuerdo y determinen cuáles son los factores de riesgo de tu gato. Los gatos que viven en interior pero salen al aire libre o aquellos que sólo viven al aire libre tienen mucho más riesgo de contraer enfermedades que los gatos que siempre están en el interior ya que no se relacionan con otros gatos. Sin embargo, es posible que legalmente estés obligado a vacunar a tu mascota contra la rabia, incluso si está siempre en el interior de tu casa.