Su gato puede parecer un poco loco dando cabriolas alrededor, pero en realidad hay una razón para ello. Los gatos comunican sus intenciones y emociones a través del lenguaje corporal, entonces, ¿Que está tu gato tratando de decir cuando se para en puntas de pie y baila de un lado a otro?
Entusiasmo o juego. Algunos gatos no son tímidos a la hora de mostrar su satisfacción por una deliciosa golosina o afecto. Y un gato en dos patas suele ser un gato feliz. Su amigo peludo puede dar cabriolas alrededor de las piernas cuando llegas a casa, o si huele la nueva lata de atún que acabas de abrir. La emoción y la anticipación son, a menudo, razón suficiente para que un gato se pare en dos patas en el suelo de la cocina. Los gatos pueden pavonearse al jugar con juguetes u otros gatos también. Cuando tu gato se dedica a este tipo de cabriolas, probablemente se siente seguro en su entorno y se divierte.
Embriaguez. Si le das a un gato un poco de hierba gatera, te espera algo de entretenimiento a cambio. Algunos gatos pueden embriagarse por el olor y el sabor de la planta de la hierba gatera, ya sea fresca o seca, y se volverán completamente locos después de unos pocos olfateándolas. La embriaguez de la hierba gatera sólo dura unos pocos minutos, pero tu gatito puede pavonearse y comportarse de forma errática durante este tiempo.
Sorpresa. A los gatos no les gusta ser sorprendidos. Un repentino fuerte ruido o movimiento pueden asustarlo y conducirlo a realizar un baile rápido. El gato puede sostener una postura arqueada, en puntas de pie, durante varios minutos hasta que se haya evaluado y descartado la amenaza percibida. Este tipo de piruetas en realidad es una maniobra defensiva, a menudo acompañada de pelos erectos, a lo largo de la espina dorsal y la cola de su gato.
Agresión. Las piruetas agresivas son un poco menos agradables para todos los involucrados. Si tu gato realiza movimientos alrededor de otros animales, silba o gruñe, entonces él está actuando agresivamente. Llevará la espalda y la cola hacia arriba, al igual que un gato amenazado o sorprendido, con el fin de hacerse ver más grande y amenazador. Los gatos que participan en las luchas por la dominación menudo realizan cabriolas el uno al otro, en una extraña danza. Y mientras el comportamiento sea consistente y no se vuelva violento, lo mejor es dejar que sus gatos resuelvan sus disputas a su manera.