La inflamación del páncreas, el órgano que ayuda a digerir los alimentos y produce la insulina, se conoce como pancreatitis. Cualquier mascota puede sufrir de pancreatitis, pero es más común en los gatos. Una atención médica inmediata es clave para ayudar a tu gatito a sobrevivir a un ataque de pancreatitis, que puede ser potencialmente mortal.
Definición. Durante un ataque de páncreas, las enzimas digestivas del páncreas se derraman en la zona abdominal, y comienzan a destruir los órganos cercanos, empezando por el propio páncreas y el hígado. La pancreatitis puede ser aguda, corta e intensa, o crónica, lo que significa que los ataques son más leves, pero recurrentes. Una pancreatitis grave no tratada puede causar daño cerebral, e incluso la muerte. Con el tratamiento oportuno y agresivo, sin embargo, los gatos pueden recuperarse completamente de la pancreatitis aguda.
Causas. La mayoría de las veces, se desconoce la causa de un ataque de páncreas en un gato. El exceso de grasa en la dieta del gato, y comer gran cantidad de alimentos grasos en un corto período de tiempo, son las posibles causas. Las lesiones del páncreas pueden hacer que este se inflame. La pancreatitis también puede ser provocada por parásitos y bacterias y, a veces se produce como una reacción a ciertos medicamentos.
Síntomas. Si su compañero felino sufre de pancreatitis, es probable que deje de comer y pierda peso como resultado. También es probable que permanezca inactivo y parezca cansado, también puede vomitar o tener diarrea. Si el problema se ha extendido a sus pulmones, es posible que observes que tiene dificultad para respirar. Otros síntomas pueden incluir temperatura por debajo de lo normal, ritmo cardíaco acelerado y dolor abdominal, que empeora después de comer.
Pruebas. Para determinar si tu gatito sufre de pancreatitis, su veterinario puede ordenar exámenes de sangre, para medir la insulina y las enzimas hepáticas. Los rayos X pueden servir ver si hay lesiones en el páncreas. Tu gatito también tendrá que someterse a una ecografía de la zona abdominal, lo que le permite al veterinario ver si el páncreas está agrandado. Una biopsia con aguja a veces se realiza al mismo tiempo que el ultrasonido.
Tratamiento. El tratamiento para la pancreatitis se centrará en corregir la causa subyacente, si se sabe. De lo contrario, el tratamiento consistirá en sólo la atención de apoyo. Con el fin de hacer descansar al páncreas, los veterinarios suelen recomendar que el gato no coma ni beba nada durante unos días. Para evitar que tu amigo felino se deshidrate durante este tiempo, el veterinario debe darle líquidos por vía intravenosa, en especial si ha estado vomitando. Tu gatico también necesitará tomar analgésicos para mantenerse cómodo, y medicamentos para controlar el vómito. La cirugía es a veces necesaria, pero sólo en los casos graves. Si tu gato es diagnosticado con pancreatitis crónica, tendrás que cambiarlo, de manera permanente, a una dieta baja en grasas.
Factores de riesgo. La pancreatitis es más común en las gatas hembras que en los machos. Los gatos siameses pueden ser más propensos a la pancreatitis que otras razas. Los gatos mayores también son más susceptibles.
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