Cuando adoptas a tu primer felino, la cantidad de papeleo que viene con él puede parecer abrumador. El necesita de una determinada dieta, requiere chequeos anuales y vacunas. La leucemia felina no es cáncer. Se trata de un virus muy contagioso, y defenderse contra ella requiere una vacuna anual.
La leucemia felina
La leucemia felina o FeLV es un virus que destruye el sistema inmunológico de los gatos. Los gaticos infectados con esta desgarradora enfermedad a menudo se enferman de simples bacterias, virus y hongos en su entorno habitual. La leucemia felina afecta el sistema sanguíneo y a menudo conduce a diferentes tipos de cánceres. Es una enfermedad altamente contagiosa, pero los gatos sólo pueden transmitir el virus unos a otro, no a otras especies o los seres humanos. Los felinos infectados pueden contagiar la enfermedad a través de la caja de arena, comiendo del mismo plato o por mordeduras.
Al vacunar
Antes de que a tu gato lo vacunen por primera vez contra la leucemia felina habrá que realizarse un análisis de sangre para asegurarse de que no está enfermo. Una vez que su veterinario confirme una lectura negativa, tu mascota se someterá a una serie de vacunas y refuerzos contra leucemia felina. A partir de 8 a 10 semanas de edad, tu gatito debe recibir su primera vacuna contra la leucemia felina. Después de la vacuna inicial, necesitará un refuerzo de tres a cuatro semanas más tarde. Un año después del segundo refuerzo, necesitará una más dosis de refuerzo. Desde ese momento, necesitará una vacunación anual contra leucemia felina.
Primer momento para las vacunas
Si estás adoptando un gato callejero u otro sin antecedentes de vacunación, el proceso es un poco diferente. Tu veterinario comprobará primero si tiene leucemia felina, en un resultado negativo de la prueba, y luego va a administrar dos dosis de la vacuna. Tres semanas más tarde, tu amigo requerirá otras dos dosis. A partir de ese momento, tendrás que vacunar de nuevo a compañero contra la leucemia felina sólo una vez por año.
Consideraciones
Las vacunas de la leucemia felina vienen en formas de agujas tradicionales o tipos menos invasivos que transmiten la vacuna directamente a través de la piel. Ambos tipos tienen recomendaciones similares, en cuanto a la frecuencia, pero el veterinario puede preferir un tipo sobre el otro. Las vacunas no tienen un 100 por ciento de garantía. Sin embargo, la vacuna contra la leucemia felina puede ayudar a construir su sistema inmunológico contra el virus, disminuyendo drásticamente sus probabilidades de desarrollar la enfermedad. La vacuna es especialmente importante para los gatitos que juegan al aire libre, ya que pueden entrar en contacto con los felinos infectados.