¿Tu gato cojea y maúlla? ¿Las patas y las uñas tienen sangre o están hinchadas? Si es así, podría tener una infección en las uñas. El pronóstico médico de tu gato es bueno, y probablemente sólo necesite un poco de limpieza en la garra y antibióticos tópicos. La mayoría de las infecciones de uñas o garras de los gatos, no son graves, pero algunos indican serias condiciones médicas subyacentes.
Los métodos de infección. Las uñas de los pies o garras desgarradas causan la mayor parte de las infecciones de uñas felinas. Los gatos pueden dañar sus garras en cualquier número de formas (incluyendo la lucha o el demasiado rascado) pero sólo heridas que rompan la uña causan una infección.
Otras vías de infección incluyen trastornos del sistema inmune y enfermedades genéticas. En estos casos, las infecciones por lo general implican múltiples uñas de los pies, y son síntomas secundarios de una enfermedad subyacente.
Signos y síntomas. No es difícil saber si tu gato tiene una uña infectada. Los signos reveladores incluyen cojera y aullidos, enrojecimiento e inflamación, y uñas agrietadas y astilladas. Los crecimientos de picos de colores y la corteza pueden indicar una infección por hongos. Programe una cita veterinaria, y mientras tanto, corte y elimine las uñas dañadas. Para exponer la garra, apriete suavemente los pies del gato entre el pulgar y el índice. Corte las uñas afectadas en un ángulo perpendicular, alrededor de un décimo de una pulgada de la base. La base contiene sangre y terminaciones nerviosas que crecen hacia fuera de la punta, es normalmente de color rosa oscuro visible, dentro de la garra. Corta la uña utilizando tijeras especiales para gatos, pero nunca tijeras comunes. Lave la herida, y aplíquele vendaje, si es posible. Algunos tipos de infecciones son contagiosas, por lo que deberás aislar a tu gato de otros animales.
Opciones de tratamiento. Después de examinar las uñas de tu gato, un veterinario debe ser capaz de decir la causa de la infección en las uñas. En la mayoría de los casos se deben a traumatismos, bacterias u hongos, y el mantenimiento de la garra y los antibióticos o antifúngicos debe curar la infección de tu gato en una semana o dos. Si los cultivos, o análisis de sangre, confirman una enfermedad subyacente, su veterinario puede prescribirle fármacos inmunosupresores o, en casos graves, recomendar la amputación del pie.
Consejos de prevención. El mantenimiento regular de la garra puede ayudar a su gato a no dañarse las uñas demasiado grandes, pero un desliz podría llegar a causar una infección. Si se corta el dedo de su gato, o si cortas demasiado al rente, o si notas sangrado en la pata, trate la herida con nitrato de plata o un cojín hemostático. Utilice maicena y harina en un apuro.