Estornudos, nariz congestionada y ojos llorosos, no son sólo síntomas de un resfriado en un gato. Estos síntomas también pueden ser un signo de herpes felino. Aprende a reconocer, tratar y prevenir este virus altamente contagioso.
Herpes felino. El herpes felino tiene un nombre clínico completo: virus de la rinotraqueitis felina. Este virus causa aproximadamente la mitad de todas las infecciones respiratorias que los gatos adquieren. Casi todos los gatos que entran en contacto con otro gato han sido expuestos al virus del herpes. Una vez que un gato ha sido infectado con el virus, lo tendrá por el resto de su vida. En tiempos de estrés o enfermedad, el virus puede inflamarse y enfermar a tu gato. Las vacunas contra el virus de la rinotraqueitis felina es parte del protocolo estándar de vacunación para los gatos. En la vacuna combinada más común para los gatos, la vacuna FVRCP, la «FVR» significa virus de la rinotraqueitis felina. Si un gato nunca ha estado expuesto al herpes felino y recibe la vacuna, tendrá una protección bastante buena contra este virus altamente contagioso.
Síntomas del herpes felino. Generalmente, el herpes felino aparecerá cuando tu gato experimente una situación de estrés o enfermedad, como cuando un bebé o una mascota nueva llega a tu hogar, durante y después de una mudanza, o cuando ocurren otros cambios importantes en el hogar. Los síntomas más comunes del herpes felino son estornudos, secreción nasal, congestión y conjuntivitis. Los gatos con brotes de herpes felino también pueden desarrollar lesiones en los ojos o fiebre. Aunque son raros, los gatos con brotes severos de herpes felino pueden desarrollar neumonía y necesitarán cuidados veterinarios intensivos.
Tratamiento del herpes felino. En casos menores, los gatos tendrán obstrucción nasal y ojos llorosos durante siete a diez días y pueden permanecer con el virus activo por hasta tres semanas. En estos casos, la atención en el hogar suele ser todo lo que tu gato necesita. Si está congestionado, trata de mantenerlo en el baño cuando tomes una ducha caliente o déjalo durante 10 a 15 minutos en una habitación con un humidificador para ayudarle a respirar más fácilmente. Lávale los ojos y la cara unas cuantas veces al día con un paño caliente para ayudarlo a estar limpio y cómodo. En un caso más severo, un gato puede llegar a estar tan congestionado que dejará de comer y se volverá letárgico. Si tu gato deja de comer durante más de 24 horas, debes llevarlo al veterinario o alimentarlo de forma forzada, ya que puede desarrollar la enfermedad del hígado graso. Si tu mascota presenta cualquiera de los síntomas, llévalo al veterinario para que le indique antibióticos o medicamentos para los ojos para disminuir el riesgo de infecciones bacterianas secundarias.
Prevención del herpes felino. El herpes felino se transmite de un gato a otro, es altamente contagioso y se propaga a través de secreción ocular y nasal infectada y saliva. Si tienes un gato con herpes en tu casa, debes tomar medidas para disminuir el riesgo de transmisión a tus otros gatos. Lava los recipientes de comida y agua con regularidad, limpia la caja de arena al menos una vez al día y lava todas las camas de los gatos y sus mantas regularmente. Si tu gato ya tiene herpes felino, puedes ayudar a prevenir otros brotes adicionando algunos suplementos a su dieta. En primer lugar, asegúrate de darle un alimento de alta calidad, preferiblemente un alimento sin granos rico en proteínas y bajo en carbohidrato. Cuanto mejor sea el alimento que le proporciones, más saludable será tu gato y más probabilidades tendrás de luchar contra el virus. También debes darle L-lisina todos los días. La L-lisina es un aminoácido que ralentiza la replicación viral. Este suplemento está disponible en forma de pasta, de polvo para agregarlo a la comida o como tratamiento.