Podrías no notar la inquietud de tu gato, pero sus arcadas, sin duda, llamarán tu atención. Los gatos padecen de dolores de estómago y problemas digestivos por muchas razones, algunas obvias y otras, más bien enigmáticas. Esté pendiente de otros síntomas, y trate de averiguar lo que anda mal. Los problemas de estómago aparentemente mundanos, a veces indican condiciones médicas graves.
Dolores leves. Cuando tu gato comienza a tropezar, tiene vómitos y dolor de estómago, diarrea o gases, es necesario evaluar la gravedad de su condición. Si fuera una bola de pelo, o simplemente comió demasiado, debería empezar a actuar normal después de vomitar. Si tu gato sigue enfermo, vomitando, con aspecto inquieto o especialmente apático, esté pendiente de otros síntomas y llame a un veterinario.
Grandes dolores. Si tu gato parece que tiene demaciado de dolor, trate de tocar su estómago. Si es doloroso (grita, ronca, maúlla o incluso puede ronronear) él necesita atención médica inmediata. Llame a un veterinario o visita una sala de emergencia animal.
Las posibles causas incluyen obstrucción del tracto urinario, trauma abdominal con hemorragia interna, ruptura de la vejiga, perforación del estómago o los intestinos, peritonitis aguda, obstrucción intestinal o (si tienes una gata intacta) ruptura grávida del útero. Si tu gato tiene cualquiera de estos, lo más probable es que empeorará si no se trata. Su respiración puede llegar a ser poco profunda y su pulso se puede debilitarse. Podría entrar en shock, y podría morir.
Si tu gato no parece estar con dolor, o no estás necesariamente seguro, el envenenamiento es todavía una opción.
Localización de venenos. El vómito de los gatos es asqueroso, pero hay que limpiarlo, ¿verdad? Échele un vistazo más de cerca, en busca de cualquier planta o tableta, tienes que averiguar si tu gato se comió algo venenoso.
Compruebe las plantas de la casa en busca de picaduras y mordiscos, asegúrate de que los armarios y frascos de medicamentos están cerrados.
Puede tomar horas, incluso días, en algunos casos, para que los síntomas de intoxicación se presenten, por lo que el estómago vacío de tu gato no necesariamente significa que está limpio. Llame a su veterinario inmediatamente.
Otras consideraciones. Si has descartado la enfermedad y la intoxicación, pero tu gato todavía tiene dolor de barriga, es necesario ayudarlo a recobrar su salud. No le ofrezca comida durante 6 a 12 horas después de vomitar. Cuando se vea mejor, ofrezcale una pequeña cantidad de comida para bebés, con carne (revise la etiqueta para asegurarse de que no contiene ajo o cebolla como ingredientes, pues son tóxicos para los gatos). Reintegra sus otros alimentos a través de varios días. Si tu gato enfermo vomita mucho o tiene diarrea crónica, es necesario asegurarse de que se mantenga hidratado. Levante la piel de sus hombros. Si salta hacia atrás, está correctamente hidratado, si no, él puede necesitar líquidos administrados por un veterinario.