Bañar a su gato en casa es un trabajo agradable, pero no debe implicar que este se enoje y arañe.
Mi gato rescatado, Dodo, tuvo un roce con algunos productos para eliminar hormigas mientras perseguía a un pájaro en un árbol. Si alguna vez has tropezado con estos, sabrás a qué me refiero cuando digo que era pegajoso y difícil de quitar.
Descubrí el producto demasiado tarde, mientras estaba arrebatando el gato de las ramas. Ahora los dos necesitábamos eliminar la sustancia pegajosa.
Ante el dilema de cómo retirar el producto de mi gato antes de que tratara de hacerlo por sí mismo contra los muebles busqué en mi mente posibles remedios. ¿Qué hizo mi madre cuando mi hermana me puso goma de mascar en el pelo? ¿Mantequilla de maní? ¿Aceite? Agarré el aceite de oliva “no muy caro” de la estantería y se lo unté aferrándome desesperadamente a él porque comenzó a retorcerse.
Dodo se calmó cuando me arrodillé en el suelo de la cocina y lo puse entre mis rodillas. (Esta manera de sujetar a un gato también es ideal cuando se trata de administrarle medicamentos.) Apliqué un poco de aceite de oliva en una toalla de papel y se lo froté. No pasó nada, lo intenté nuevamente y nada, excepto que ahora tenía un gato pegajoso y grasiento en mis manos. El interés de Dodo en lo concerniente a ser limpiado rápidamente se fue disipando, ya que claramente no tenía relación con sus alimentos.
Corrí al baño y lo arrojé en la ducha cerrando la puerta una vez dentro. Bueno, ¿y ahora qué? Tomé unas cuantas toallas viejas, las llevé al baño y las coloqué en el suelo cerca de la ducha. Yo estaba atascado.
Para entonces, necesitaba una ducha para mí, así que con el impulso rápidamente me desnudé y entré en la ducha con el gato. Sabía que era arriesgado, ya que no había ya nada entre mi piel y sus garras afiladas en caso de que intentase escaparse. Estaba desconcertado al ver a Dodo tranquilo al estar allí sentado. Antes de que él cambiara de idea, agarré el champú para perros (era una emergencia) y lo enjaboné, aun así se mantuvo calmado. El momento de la verdad llegó cuando tomé la ducha con la mano y la sostuve sobre él.
Wow, esto fue fácil, ahora bañarlo completo es el camino a seguir. Hay que tener cuidado cuando se tiene un gato en una bañadera porque puede llegar a pensar que lo están tratando de ahogar y luchará como loco.
Desde entonces he dado innumerables baños de pulgas y rara vez he sido rayado, así que sé que este método funciona. Nota: No los he bañado en una ducha conmigo, lo que hago es sostenerlos por la piel bajo el grifo en el fregadero de la cocina. Nunca tuve ocasión de bañara Dodo de nuevo. También limité a mis (cuatro) gatos a vivir dentro de la casa, en lugar de dejarles vía libre exterior. En retrospectiva, me sentí muy afortunado de haber tenido un gato suave y de salir ileso de la ducha. Si alguna vez necesitara bañar un gato adulto de nuevo, lo haría de manera muy diferente.
He aquí algunos pasos sencillos para bañar a su gato en casa:
Esté preparado
- Invertir en un arnés para el gato si sospecha que este será un luchador.
- Elija una habitación caliente que tenga una puerta que pueda cerrarse para evitar fugas.
- Coloque varias toallas grandes al lado de la bañera junto con un secador de pelo y el transportador de la mascota cubierto, la puerta debe estar abierta y lista para recibir a un gato mojado.
- Seleccione un champú específicamente formulado para los felinos teniendo cuidado de que no contenga aceite del árbol del té que es tóxico. Si usted lo está bañando porque tiene pulgas, algunos champuses son aplicados en seco y deben mantenerse durante varios minutos antes de enjuagarlo.
Bañarlo
- Lave el animal en una bañera grande con acceso para calentar el agua corriente. Un rociador de ducha tipo portátil es mejor ya que emite una suave «lluvia» y será menos amenazante, además de ser muy conveniente para el lavado de los lugares inferiores y otros difíciles de alcanzar.
- Coloque el gato en la bañera y sujételo por la piel o por el arnés. Háblele con dulzura y acarícielo antes de abrir el rociador.
- Usar agua tibia y champú para lavar cuidadosamente al gato de una manera práctica. Los gatos pueden reconocer el estrés, así que si usted está preocupado de que será difícil probablemente el gato le dará batalla.
Secado
- Cuando se ha terminado el lavado, sécalocon una toalla lo mejor que puedas. A continuación, proceder a un secado más a fondo para evitar que sufra escalofríos (que es mortal para los gaticos).
- Muchos gatos temen a los secadores de pelo, si su mascota es uno de estos, confínelo húmedo en el transportador de mascotas y cuidadosamente le apunta el flujo de aire caliente a través de la puerta en lugar de hacerlo directamente hacia él. De igual forma se puede poner en un cuarto de baño caluroso hasta que se le seque el pelo completamente.