El moquillo felino, también llamado panleucopenia felina, es una enfermedad felina grave y potencialmente mortal causada por el parvovirus. Como dueño de una mascota, es importante para la salud de su gatito protegerse contra esta enfermedad, asegurándose de que recibe la serie de vacunas contra el moquillo.
Resumen del virus. El moquillo felino es una enfermedad viral muy contagiosa. Un gato con moquillo felino arroja el virus a través de las secreciones, como las heces, la saliva y la orina. El virus es muy estable, por lo que puede sobrevivir en ambientes extremos y permanecer en las superficies durante meses o años. Además, es resistente a la mayoría de los desinfectantes, por lo que se encuentra en todas partes. Debido a esto, su mascota tiene una alta probabilidad de exposición. El único método de prevención es la vacuna contra el moquillo.
Información general sobre la vacuna. La vacuna contra el moquillo felino es una de las vacunas básicas recomendadas por el veterinario para las mascotas felinas. Debido a que es una vacuna muy eficaz, la incidencia de la enfermedad ha disminuido dramáticamente. La serie de vacunación comienza cuando un gatito tiene alrededor de 9 semanas de edad, y luego una o dos dosis más que se dan con dos a cuatro semanas de diferencia, según el veterinario. Los refuerzos anuales también se recomiendan. Esta vacuna tiene gran éxito, y por lo general sólo causa reacciones leves o moderadas.
Reacciones leves o moderadas. Un gato que ha recibido la vacuna contra el moquillo puede presentar dolor, sensibilidad o inflamación en el sitio de la inyección durante un par de días. Puede estar somnoliento o menos enérgico de lo normal, o puede presentar una ligera fiebre. Su veterinario puede darle medicamentos para bajar la fiebre si es necesario. También podría perder el apetito, pero todas estas reacciones sólo deben durar unos pocos días. La vacuna también se puede administrar en forma de espray nasal, y los gatos que reciben la vacuna de esta forma pueden estornudar o tener flujo nasal.
Reacciones graves. En muy raras ocasiones, un gato recibe la vacuna contra el moquillo felino puede desarrollar una reacción alérgica grave, lo que ocurrirá dentro de unos pocos minutos a horas después de la inyección. Llame a su veterinario inmediatamente si su gato muestra signos como dificultad para respirar debido a la acumulación de líquido en los pulmones, hinchazón en la cara o picor, diarrea, vómitos o colapso.
Fibrosarcoma. En incidencias muy raras, la vacuna con el virus muerto se ha asociado con el desarrollo de una forma agresiva de cáncer, llamado fibrosarcoma, un tumor que crece dentro del tejido en el sitio de la inyección. Existen investigaciones limitadas sobre esta posible asociación, y la correlación entre el cáncer y las vacunas todavía no es completamente entendida.