¿Los gatos persas sufren de problemas de salud? Bueno, sí y no. No incurra en el error de pensar que los gatos persas son, automáticamente, no saludables, no lo son.
Justo debajo describimos algunos de los problemas de salud más comunes en los gatos persas.
Bolas de pelo. Los persas son de pelo largo, lo que significa que estos gatos normalmente sufren de problemas relacionados con las bolas de pelo. Estos problemas pueden ser minimizados por la alimentación del gato, el cepillado regular, y la reducción de preocupaciones en el hogar. Tanto el estrés como la comida de baja calidad contribuyen al exceso de vertimiento y la pérdida de pelo en los gatos.
Problemas debido a la forma de la cara. Debido a que la tendencia ha sido la de criar gatos persas con las narices presionadas, estos gatos a menudo experimentan problemas relacionados. Estos problemas consisten en conductos lagrimales que continuamente se segregan y manchan la piel debajo de los ojos, esto puede causarles úlceras en la piel.
Las pestañas y el pelo en la nariz, tienen probabilidades de rozar los ojos del gato. Sus breves narices pueden provocarles dificultades respiratorias, haciéndolos más propensos a los problemas relacionados con las temperaturas cálidas o frescas (las narices más largas le proporcionan al aire la posibilidad de calentarse o enfriarse, antes de entrar en el cuerpo). Estos gatos suelen tener pequeñas fosas nasales, y no pueden realizar tanto ejercicio como otras razas, siendo más lentos como resultado.
La maloclusión o mala mordida, es, además, común en los Persas, y antes de adoptar a un gatito, deberás examinarlo en busca de esta complicación.
Debido a su defecto facial, la alimentación podría ser más difícil para los gatos persas.
Como resultado de la forma alterada de su cabeza, no es raro que los gatos persas tengan dificultades para dar a luz.
Problemas de los riñones. Una de las otras preocupaciones significativas para el bienestar de los gatos persas es enfermedad renal poliquística. Más de un tercio de todos los gatos persas desarrollan ERP.
Enfermedad del corazón. Menos del 10% de los gatos persas adultos padecen de cardiomiopatía hipertrófica, que provoca un aumento de la cámara izquierda del corazón, y puede llevar a una muerte inesperada. Esta condición es más común en los gatos machos que en las hembras.
Otros problemas de salud (menos frecuentes) observados en los gatos persas
– El síndrome de Chediak-Higashi (albinismo oculocutáneo). Es un tema «muy reconocido» en los gatos persas. Es una característica recesiva automsomal, causando un color más ligero de lo normal en el cabello del animal. Otros signos son: fotofobia, tendencia a sangrar, y tal vez una elevada susceptibilidad a la infección. El tratamiento es sintomático.
– Anquilobléfaron congénita (en el persa azul). Esta condición resulta de la unión de los párpados superior e inferior por una membrana.
– Entopion. Resultado de la inversión del margen del párpado, las pestañas rozan e irritan la córnea del ojo. Esto lleva a un lagrimeo extremo, entre-cerramiento de los ojos, vascularización corneal y ulceración. El tratamiento es quirúrgico.
– Epífora congénita. Es el término médico para el desbordamiento del conducto lacrimal.
– Glaucoma primario. Esta es una elevación en la presión ocular, en la que el ojo llega a ser poco saludable.
– Dermatitis del pliegue cutáneo. Se refiere a los pliegues faciales de la cara. La humectación debido al desbordamiento del conducto lacrimal, ayuda en el tema.
– Cálculos en las vías urinarias. Los gatos persas sufren una mayor incidencia de los cálculos urinarios (piedras pequeñas en el sistema urinario). Si estas piedras son demasiado grandes pueden necesitar ser eliminados quirúrgicamente. Los gatos que sufren de cálculos urinarios son, muy comúnmente, obesos (80%).
– Seborrea oleosa. Una condición persistente de la piel que consiste en una piel escamosa y grasienta.
– Luxación de la rótula. Podría causar cojera y vacilación para saltar.
– Displasia de cadera. La articulación de la cadera se sale de su zócalo, provocando problemas para caminar, cojera y renuencia a saltar.
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