Si tu gato está perdiendo pelo puede ser que tenga alergias, sarna u otras enfermedades, pero lo más probable es que no tenga una insuficiencia renal. Estas comúnmente hacen que el pelaje se vea descuidado y es uno de los muchos síntomas de una enfermedad renal que afecta a muchos felinos adultos.
Fallo renal. La insuficiencia renal en los gatos puede aparecer de repente o progresar con el tiempo. La insuficiencia renal aguda puede ocurrir si tu gato consume un veneno como el anticongelante o si una obstrucción de las vías urinarias no tratada causa fallos en sus riñones. A diferencia de la insuficiencia renal aguda, la insuficiencia renal crónica por lo general afecta a los gatos más viejos. El veterinario diagnostica la insuficiencia renal a través de análisis de orina y sangre y con radiografías o ecografías.
Síntomas. Los gatos que sufren de insuficiencia renal generalmente beben mucha agua y orinan mucho. Si tu gato comienza a orinar en su caja de arena con regularidad debes llevarlo al veterinario. También puedes ver sangre en la orina o empezar a tener accidentes urinarios fuera de la caja de arena. El aliento de tu gato puede oler mal a medida que se desarrollan úlceras en su boca. También puede perder interés por los alimentos y vomitar mucho. Los gatos con insuficiencia renal pueden presentar un aumento de o pérdida de peso repentino. Aunque la pérdida de pelo no es frecuente, la calidad de este si declina.
Tratamiento. Si tu gato tiene una insuficiencia renal aguda y recibe tratamiento de inmediato, podría tener una buena recuperación. La recuperación también dependerá de lo que causó el problema. Aunque la enfermedad renal crónica no puede curarse, algunas medidas y medicamentos pueden proporcionarle a tu gato una buena calidad de vida y prolongarla. El veterinario recomendará una dieta especial que no agrave la situación de sus riñones. Tu mascota podría recibir terapia intravenosa para mantenerse hidratado. Si tienes suficiente dinero y el veterinario cree que tu gato es un candidato, un trasplante de riñón puede restaurar la función renal de tu mascota. Por lo general, el riñón del donante proviene de un gato de refugio que debes adoptar como parte del trato.
Pérdida de pelo. La buena noticia es que, si el único síntoma de tu gato es la pérdida de pelo, es probable que no tenga una enfermedad renal. A lo mejor tu gato es alérgico a algo y el veterinario le realizará una serie de análisis de sangre para determinar qué lo está desencadenando. Si tiene una alergia a los alimentos, un cambio en la dieta podría solucionar la pérdida de pelo. Las alergias a las pulgas, por ejemplo, suelen desaparecer si se utiliza un tópico preventivo mensual. Otros alérgenos pueden requerir inyecciones regulares para controlar los síntomas. Además de las alergias, la pérdida de pelo puede ser el resultado de infecciones fúngicas u otras infecciones de la piel y en este caso, el veterinario puede tomar muestras para determinar la causa. Aunque la pérdida de pelo es un síntoma de otras enfermedades como el hipertiroidismo, rara vez aparece sola.