A los gatos generalmente no les gustan las vacaciones, después de todo esto ocasiona cambios en sus vidas, o que salgas durante días y lo dejes al cuidado de una niñera, a muchos otros tampoco les gustan las vistas y es un desfile interminable de personas y ruidos extraños en estos días.
Aquí hay algunas maneras de hacer que el Día de Acción de Gracias sea más fácil para ti y tu gato.
Dígale lo que está pasando. Puede parecer una tontería, pero si usted habla con su gato antes de las vacaciones y le hace saber lo que va a suceder, puede ayudar a que él se sienta menos estresado.
Guarecerlo de la tormenta. Si eres el anfitrión en el Día de Acción de Gracias, debes darle a tu gato un lugar donde refugiarse del caos. Establecer un dormitorio u oficina con todo lo que vaya a necesitar para estar cómodo, la cama, la comida y el agua, una caja con arena, algunos juguetes y dejar que se quede allí con la puerta cerrada mientras la fiesta continúa puede ser la solución.
No dejarlo a la intemperie. Con todas las idas y venidas es fácil para el gato salir por la puerta desapercibido. Un equipo para buscar al gato perdido puede ser una buena manera de quemar algunas de las calorías de la fiesta, pero no es una manera ideal de pasar una noche como esa. Al mantener a tu gato en una caja de seguridad, puede impedir que desaparezca.
Esté preparado. Póngase en contacto con su veterinario para saber si la clínica ha reducido las horas de funcionamiento durante el fin de semana y de ser así, pregúntele si tiene acuerdos con otros hospitales de animales locales y obtenga información sobre las clínicas de emergencia en su área.
No pongas la cuerda cerca de él. Si utilizas una cuerda para atar las patas del pavo o cerrar el agujero de relleno, asegúrate de ponerlo fuera del alcance de tu gato, a este puede parecerle sabrosa con todos esos jugos cocinados y podría masticarla y tragarla teniendo resultados potencialmente fatales.
La cebolla puede hacer llorar en más de un sentido. Puede que seas un fan de las cebollas descremadas de la abuela, pero no se las puedes dar de comer al gato. Las cebollas contienen productos químicos que pueden destruirle las células rojas de la sangre y causarle un tipo de anemia potencialmente fatal.
No dejes que ingiera grasas. Puede resultar tentador darle a tu gato un poco de piel del pavo para masticar, pero no lo hagas, esta contiene mucha grasa que puede causarle diarrea y no es una situación agradable para ninguno de los dos.
No le des huesos. Aunque a los gatos les encanta roer huesos, casi tanto como lo hacen los perros, cuando están bien cocidos se rompen en astillas punzantes que puedan perforarle el esófago, el estómago o los intestinos.
Aligerarle la barriga. Si tu gato se las arregla para entrar en la fiesta de Acción de Gracias y como resultado obtiene una mala digestión, prueba con una cucharadita de leche baja en grasa sin azúcar o yogur sin grasa. Las «bacterias » del yogur pueden ayudar a que su flora intestinal entre nuevamente en equilibrio y ayude a que todo funcione correctamente.
Preparativos para los cuidados. Si te vas de vacaciones, cerciórate de hacer arreglos para el cuidado de tu gato. Pídele a un amigo confiable que pase un par de veces al día por la casa para que le de comer, un poco de amor y se asegure de que está bien. Alternativamente, encuentra una niñera bien considerada para que haga lo mismo, dejando bien clara la manera de contactarte a ti y al veterinario en caso de que se presente una emergencia.