Si usted es propietario de un gato probablemente sabe muy bien la molestia que causan las bolas de pelo, sobre todo cuando se trata de la limpieza. A pesar de que las bolas de pelo son por lo general una indicación de que su felino se acicala, también pueden ser peligrosas para su salud.
Bloqueo. Los gatos son conocidos por ser criaturas ordenadas y meticulosas en el cuidado de su piel con la lengua. El lado oscuro de esto es el desarrollo de las bolas de pelo debido a la ingestión accidental. Si una bola de pelo crece excesivamente puede conducir a la obstrucción del tracto intestinal, lo que es potencialmente muy peligroso. Este bloqueo impide que el felino tosa o vomite, lo que puede ocasionar resultados fatales. La obstrucción del tracto intestinal es particularmente un problema para los gatos que no reciben agua suficiente en sus dietas.
Signos. Conocer los signos de un problema por una bola de pelo es vital para cualquier propietario responsable de un gato. Después de todo, cuanto antes se detecta un problema, más fácil puede ser solucionarlo y aliviar a su gatito. Algunos indicios de que su gato puede estar experimentando un problema por una gran bola de pelo incluyen no comer, dificultad para evacuar las heces fecales, agotamiento y los intentos infructuosos para vomitar. Si usted nota cualquiera de estos síntomas urgentes, lleve inmediatamente a su gato al veterinario.
Acicalamiento. Aunque los gatos normalmente se enorgullecen de sus métodos de aseo seguramente apreciarán una mano amiga de vez en cuando. Una manera fácil y barata de evitar los problemas de salud por bolas de pelo es tomar unos minutos cada día para acicalar a su gato. Cepillarle el pelaje ayuda a eliminar los pelos sueltos, y como resultado no los puede tragar accidentalmente.
Razas. Algunos tipos de razas de gatos experimentan dificultades con las bolas de pelo con más frecuencia que otros. Es comprensible que los gatos que tienen el pelo más largo tienden a producir las bolas de pelos con mayor frecuencia, como el maine coon, el persa, el himalaya, el angora turco y el de Bali, entre otros. Además de la raza, los gatos mayores también son propensos a las bolas de pelo.