Los Cornish rex son muy activos y les gusta ser el centro de atención, muestran un gran afecto y un espíritu juguetón. Su pelaje no necesita ningún cuidado especial.
Pueden ser ideales compañeros para aquellos hogares con niños, hogares activos que quieran un gato que esté siempre presente y familias con otros animales domésticos.
Cosas que debes saber. No son gatos hipoalergénicos, las personas alérgicas a estas mascotas generalmente reaccionan a la caspa (células muertas de la piel) y la saliva, ambas están presentes en la raza, sin embargo en mucho menos grado que en otras.
Debido a que son muy activos y cariñosos necesitan mucho espacio y tiempo para jugar.
No hay problemas de salud asociados a la raza y su vida puede alcanzar fácilmente más de 15 años.
Historia. En julio de 1950 en Cornwall, Inglaterra, un gatico inusual nació en una camada de un Gato de Pelo Corto Británico, el cual era de color crema y estaba cubierto con hileras apretadas de rizos pequeños, a medida que iba creciendo su apariencia se hizo más impresionante. El dueño consultó con un genetista británico y se determinó que el gatico era el resultado de una mutación genética natural y sugirió que lo cruzara con su madre para mantener la apariencia. El resultado fueron dos gaticos rizados en una camada de tres. El nombre de Rex fue tomado por su apariencia similar a la que se observa en los conejos Rex. La raza fue aceptada en la de Criadores de Gatos en 1962, la Asociación Internacional Felina y la Asociación Americana de Criadores de Gatos también la reconocen.
Apariencia. El Cornish rex tiene distintivas orejas grandes en lo alto de la cabeza que es relativamente ovalada y pequeña, pómulos grandes, nariz romana y el mentón fuerte, el cuerpo promedio es largo, delgado y musculoso de patas largas y delgadas. El pelo es muy corto y muy suave que da una apariencia similar a la de una “tabla de lavar». Pueden encontrarse en 42 variaciones de colores.